“No se puede vender lo que no se quiere. No se puede vender lo que no se conoce. No se puede prometer algo que no se pueda cumplir”.
Fue una recomendación que transmitió el Arquitecto
Guillermo Buitrago (Profesor de Marketing), en una de sus clases que
asistí durante el cursado de la carrera de Administración de
Empresas.
“No se puede vender lo que no se
conoce”, se refiere a que el vendedor debe estar perfectamente
informado de lo que ofrece a sus clientes y muy bien preparado para
cualquier pregunta. Parece elemental pero no siempre se aprecia este
conocimiento cuando se acerca un futuro comprador.
“No se puede vender lo que no se
quiere”, se concentra en que gran parte del argumento que percibe
el comprador, depende de cuánto se sienta identificado el vendedor
con su producto. Tomemos el caso de los artesanos cuando venden sus
creaciones, son artesanías muy queridas y valoradas por ellos; y eso
lo percibe el comprador en el momento de tomar su decisión final.
“No se puede prometer algo que no se
pueda cumplir”, otra de las claves para que el proceso de
intercambio sea satisfactorio. Recordemos que, como dicen los
especialistas, el intercambio es un concepto clave del Marketing, ya
que a partir de ese momento, en la transacción comercial, el comprador
cree que estará mejor después de cambiar su dinero por un producto.
El proceso del Marketing necesita girar en torno a los clientes y consumidores, si bien el momento de concretar una venta es una meta posible, la satisfacción de los clientes es el objetivo a largo plazo de necesitan consolidar las empresas.
*imágenes: Instituto CISE
Gustavo Alfredo Gómez
Técnico Superior en Administración de Empresas | Diseñador Web Free Lance
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